Si padeces acné, esto es en lo que se va a fijar tu dermatólogo
Si eres una persona que ha padecido acné, sabrás que existen múltiples tratamientos para lidiar con él: cremas cosméticas, limpiadores, antibiótico en crema o pastillas, tratamiento láser, peeling, retinoides, etc. El tratamiento no es igual para todos los casos, sino que cada paciente debe de ser evaluado de forma rigurosa e individualizada, para valorar cuál es el mejor abordaje en su caso particular. Si alguna vez has tenido dudas sobre en qué cosas se fija o debería fijarse un dermatólogo para pautar un tratamiento adecuado, a continuación te las comento.
Tipo de acné
El acné está constituido de forma habitual por varios tipos de lesión. Los comedones o puntos negros que pueden ser superficiales o más profundos son la lesión básica y más evidente; cuando estos se inflaman pueden hacer pápulas (granos rojos), pústulas (granos con pus), nódulos (granos rojos profundos y dolorosos) y quistes. Es importante observar qué lesiones predominan, así como la presencia de uno o varios tipos de acné para orientar un correcto tratamiento. Por ejemplo, los antibióticos son eficaces contra las lesiones inflamadas, pero muy poco eficaces contra los puntos negros.
Gravedad
Poco hay que decir a este respecto. Parece evidente que cuanto más fuerte es el acné más drástico hay que ser con el tratamiento, ya que tenemos mayor riesgo de secuelas permanentes (cicatrices).
Tipo de piel
Evaluar el tipo de piel del paciente es fundamental y el primer paso en cada una de las consultas que se nos presentan cada día. Aunque muchas personas con acné presentan una piel grasa y resistente, no es raro encontrar con frecuencia a pacientes con piel sensible padeciendo acné. En estos casos encontrar un tratamiento en crema bien tolerado puede ser complicado, necesitaremos pautas concretas y en ocasiones varios intentos o reajustes.
También actuaremos de manera diferente según el fototipo; gente con piel oscura puede no tolerar tratamientos como peeling o láser, que pueden producir manchas antiestéticas.
Historia menstrual y signos de virilización en mujeres
No es raro que nos pongamos pesados preguntando de manera persistente sobre temas que pueden parecer alejados del acné como la menstruación, la cantidad de vello corporal, o la caída de pelo de la cabeza. El acné en la mujer se puede relacionar con cambios hormonales como el ovario poliquístico. Estos casos suelen ser los más complejos y es necesario explicar cuidadosamente que aunque obtengamos un buen resultado con el tratamiento, la tendencia es a que el acné, lamentablemente, reaparezca con el paso del tiempo.
Uso previo de tratamientos para acné
Es importante indagar en el uso previo de otros productos o fármacos. Por ejemplo, si se ha usado previamente algún tratamiento en crema adecuado sin éxito, puede ser indicación para ofrecer tratamientos orales.
Rutina facial
Antes de pautar un tratamiento, debemos indagar en el uso cosmético habitual y rutinas faciales para evitar usar de forma simultánea tratamientos agresivos que puedan secar o irritar la piel. Además, hay muchos falsos mitos que se relacionan con el cuidado de la piel acneica como el uso de aceites esenciales o pensar que se trata de un problema de suciedad y usar jabones muy agresivos.
Evaluar la cicatrización y las marcas
En general, el acné que deja cicatriz debe considerarse grave, ya que eliminar las marcas que produce a posteriori, una vez que se han formado, es muy difícil.
Impacto psicológico
Debemos conversar con nuestros pacientes para saber cuál es el impacto del acné en su vida. En ocasiones, además del tratamiento para el acné, debemos valorar la ayuda psicológica para superar una situación social difícil o en momentos vitales delicados, como puede ser durante la adolescencia.
Hábitos de vida y consumo de otros fármacos
El uso de ciertos fármacos como determinados anticonceptivos, tratamiento psiquiátrico, tratamientos hormonales o de otro tipo pueden favorecer la aparición de acné. También el ejercicio muy intenso, o una dieta poco equilibrada pueden tener un grado de influencia variable, que el médico debe evaluar.
Como ves, son muchas variables que considerar y que pueden dar lugar a un amplio abanico de casuísticas diferentes. La atención y pauta personalizada que puede proporcionar un buen dermatólogo es la mejor solución para poder solucionar un problema de acné, o al menos intentar mantenerlo a raya.